LAS RADIOGRAFIAS DENTALES Y LOS NIÑOS ¿Son seguras para mis hijos?
Las radiografías dentales son un instrumento fundamental para el dentista, pero sobre todo por aquellos especializados en odontopediatría, es decir, la disciplina odontológica que se encarga exclusivamente de atender a pacientes menores de edad. A pesar de sus múltiples bondades, muchos padres se muestran reticentes ante la posibilidad de que su hijo se someta a una radiografía dental. La verdad es que la exposición a los rayos X es mínima, y su utilidad es máxima. De hecho, son un método de detección precoz para aquellos problemas orales que no se pueden apreciar con una simple revisión por parte del dentista.
¿Qué son exactamente?
Se trata de imágenes de los dientes y la boca que son tomadas con energía electromagnética (rayos X). Existen diferentes tipos de radiografías dentales que el dentista puede requerir al analizar la cavidad oral del paciente. Extraorales, intraorales, periapicales… todas ellas focalizadas en un área o función específica que desarrolla la boca del niño.
Ventajas de recurrir a las radiografías dentales
Las radiografías dentales son una garantía de salud, puesto que visualizan problemas que pueden atentar directamente contra la salud del menor. Para dejar constancia de las ventajas que aportan, desde Medical Dentix queremos destacar los aspectos positivos derivados de su utilización, siempre moderada y cuando sean necesarias:
1. Las radiografías no sólo están indicadas para detectar la caries dental: ofrecen al odontopediatra una visión mucho más comprensiva y exacta de la estructura de los dientes del niño. Este hecho ayuda a localizar y tratar ciertas caries dentales, pero también a identificar los dientes que están erupcionando, detectar enfermedades en el hueso, evaluar el resultado de algunos tratamientos y señalar patologías que no serian fáciles de ver con los exámenes clínicos habituales. En el caso de los adultos, puede utilizarse para:
a. Mostrar la pérdida de dientes en algún área que un examen oral corriente no es capaz de detectar.
b. Identificar si ha habido pérdida de hueso, acompañada de gingivitis.
c. Identificar cambios en el hueso o en la raíz de los dientes que pueden ser el resultado de infecciones varias.
d. Ayudar en la preparación de implantes dentales, ortodoncia, dentaduras u otros procedimientos dentales.
e. Revelar posibles abscesos (infección de la raíz del diente o entre la encía y el diente).
f. Revelar otras anormalidades que pueden surgir, como por ejemplo tumores.
2. Son especialmente importantes en el caso de los niños: puesto que sus dientes crecen y cambian muy rápidamente, ayudan a detectar su correcto desarrollo. Los niños son más propensos a sufrir pérdida de dientes en comparación con los adultos, por lo que algunos especialistas recomiendan tomar radiografías cada seis meses en ciertos casos. Esto permite parar dicha pérdida y tratar el problema existente. Sin embargo, la frecuencia de las radiografías depende de la historia médica y dental del paciente y de la situación del momento. Algunos pueden necesitarlas cada seis meses, pero otros cada dos años.
3. Sólo se toman cuando es necesario: cada niño es único y la necesidad de recibir radiografías dentales varía en cada caso. Los dentistas pediátricos únicamente recorrerán a las mismas después de llevar a cabo un examen dental tradicional y revisar la historia clínica del paciente. Si el profesional considera que la información extraída no es suficiente, se utilizarán los rayos X.
4. Las radiografías dentales son mucho más seguras que tiempo atrás: en la actualidad, se toman de forma más rápida con cintas de alta velocidad e imágenes digitales. Además, la exposición a los rayos X está estrictamente delimitada a la zona de interés, por lo que el resto del cuerpo del niño estará debidamente cubierto.
¿Cómo podemos reducir la exposición a las radiografías dentales? Si el paciente decide cambiar de clínica, es preciso pedir las copias de aquellas que se han tomado en el antiguo centro. Así, se evitan más radiografías dentales, necesarias para que consten en el historial del nuevo dentista.
¿Cuán seguras son las radiografías dentales?
Exponerse a cualquier tipo de radiación puede dañar los tejidos del cuerpo y, de forma excesiva, las células pueden desarrollar patologías peligrosas. Afortunadamente, la dosis de radiación que se recibe en una radiografía dental es mínima, especialmente si el dentista cuenta con una técnica íntegramente digitalizada. Los avances que se han dado en el sector de la odontología a lo largo de los últimos años han dado lugar a muchas mediadas que minimizan los riesgos asociados a la radiación.
Desde
Medical Dentix queremos recordar que, a pesar de no ser una práctica recomendada de forma excesiva y reiterada, las radiografías dentales pueden ser una gran solución a problemas mucho más graves.
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